Tratar este tema, a mi juicio, requiere inexorablemente hablar de política, y voy a seguir la regla de hacerlo solamente con amigos y con una cerveza en la mano, que luego pasa lo que pasa.
Dejando las responsabilidades de lado, y tratándose de las dos principales zona por las que circulaba en moto y salía al campo con mi mujer y mis hijas, y añadiendo que mi familia es de Villar del Arzobispo y yo estoy a unos 20Km de donde se consiguió parar el otro fuego, la sensación personal de desolación después de pasar por rabia e ira, es grande, muy grande. Nunca había estado tan jodido por una causa "externa".
Para el que no conozca la provincia de Valencia, la dimensión de lo quemado es de una grandeza inasumible, por el porcentaje de pulmón verde del que disponíamos y lo que nos va a quedar.
Además este otoño se prevé acompañada de otra gran gota fría, y si no se hace lo necesario (y ni aún haciéndolo), los arrastres de tierra y las erosiones provocarán menos retención de aguas y más desastres, como riadas más intensas, desaparición de caminos, etc. Pues no se puede empzar a repoblar hasta mínimo octubre-noviembre, y ya veremos...
Y si añadimos que la curva de desertización del territorio no para y va a complicar el crecimiento de ciertas especies autóctonas, ya es para esconder la cabeza bajo tierra.
Como decía otro compañero, de aquí a poco no hará falta bajarse a Marruecos, tendremos a las puertas de casa el desierto.
Un puto desastre !!